Soltar no es necesariamente un sacrificio ni un adiós, sino más bien un “gracias” por todo lo aprendido. 


Renunciar a lo que ya no se sostiene por sí mismo y a lo que drena nuestras energías es una decisión acompañada por una acción que nos permite ser más libres y auténticos.
Para recibir lo que necesitamos y lo que queremos debemos generar un espacio amplio. Tenemos que estar listos y prepararnos para recibir lo que tenga que llegar con gratitud.

La renuncia es parte del día a día, y las personas conscientes del poder que tiene el «soltar para recibir» debemos aceptar la oportunidad de perder para ganar. Porque quien quiera recibir, debe tener preparado el corazón para acomodar esa nobleza que no entiende de egoísmos ni de tormentas interiores.

Todos tenemos la responsabilidad de elegir en qué y en quién invertimos nuestro tiempo y esfuerzo.

Mantra: Suelto lo que me pesa, amo lo que ya tengo y soy agradecido ante todo lo bueno, que sin duda, está por llegar.

Namaste Yoguis.

Deja un comentario